Por Omar Farías Luces
Ahora
que transitamos un período pausado, pero reflexivo, con incertidumbre, pero
también con fe en el futuro, apoyados en la experiencia de otros tiempos y de otras
crisis que también superamos, el sector
asegurador atraviesa un proceso de revisión donde se espera seguir
sirviendo a nuestro público bajo esquemas que se ajusten a la nueva realidad.
En
ese proceso de transformación, la empresa consultora, auditora y de
aseguramiento PWM, publicó el informe: “Más allá de Covid-19: cinco prioridades
estratégicas clave para un mundo posterior a la crisis”, en el que invita a los líderes del sector, a centrarse en
los principales desafíos o prioridades para impulsarnos con mayor fuerza y
resiliencia hacia ese mundo que florecerá después de la crisis.
1.- Revisar tu estructura de costos
e impulsar la productividad.
Desde esta firma consultora, consideran que es importante mirar más a largo
plazo y asegurarse de que los ahorros a corto no van a limitar la capacidad de
crecer cuando la situación actual rebote. Por otra parte, es importante revisar
también las funciones operativas -como las de IT, reclamaciones, atención al
cliente- y analizar cómo se puede simplificar, optimizar y, en algunos casos, automatizar
procesos.
2.- Potenciar la transformación y
convertirse en una compañía digital. El sector asegurador cuenta todavía con muchos
procesos manuales. El entorno post-crisis es una oportunidad para centrarse en
la agenda digital y transformar la empresa en todas sus áreas. El uso de
canales digitales, fidelización de los clientes, automatización de los reclamos,
así como la construcción de capacidades en el ámbito del análisis de datos y de
la ciberseguridad son cuestiones a considerar.
3.- Nuevas fuentes de ingresos. Es bastante probable que
las empresas aseguradoras tengan que competir en un mercado más pequeño y en distintos
nichos de consumidores y de negocios. En este contexto, encontrar nuevas
fuentes de ingresos va a ser crítico y, para ello, las compañías de seguros necesitan
contar con productos que se adaptan a las necesidades actuales (seguros de
desempleo, de interrupción de la actividad por la pandemia, cobertura de ciber
riesgos generados por el teletrabajo, etc.)
4.- Preparar al equipo de
colaboradores para el nuevo mundo. Cualquiera que sea la nueva normalidad que espera a
los empleados, es importante que cuenten con las capacidades y la disposición
adecuadas. Potenciar la formación del equipo humano no solo supone mejorar sus
conocimientos técnicos, sino que implica un análisis previo de las capacidades
y las competencias que quiero tener como compañía, de las inversiones en capacitación
que debo hacer y de qué retorno voy a tener de todo esto.
5.- Fortalece la eficiencia de
capital. Es
importante centrarse en la gestión de capital en el largo plazo y en el posible
impacto de factores como los bajos tipos de interés, el incremento de los costos
de cobertura o la mayor volatilidad de los mercados, explican desde PWC. Los
inversores premiarán a aquellas aseguradoras que tengan una mayor capacidad de
optimizar sus balances y de liberar capital.
Omar Farías Luces: Un sector asegurador fortalecido
De
todo esto se desprende que la crisis económica mundial nos obliga en algunos
casos, acelerar varios procesos, sobre todo digitales, que estaban ocurriendo
tímidamente. Pero también ha propiciado un trabajo ágil y pormenorizado de
repensar el negocio, colocando en primer término las nuevas situaciones y
necesidades del ser humano que ha revalorizado el concepto de salud, y que se
enfrenta a un mundo lleno de adversidades, muchas de ellas, impredecibles.
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