El
liderazgo de hoy día, ese que surge y se reinventa constantemente para lograr
sus objetivos, asume el reto de liderar
equipos de colaboradores desde la
distancia a pesar de la resistencia de algunos y los obstáculos que suelen
afectar a muchos.
Es
por eso que quiero enfocar mi atención en la necesidad de formar y captar
líderes resilientes y empáticos,
conscientes de que el verdadero capital de las organizaciones es su fuerza
laboral marcada por la tecnología, la globalización y la incertidumbre.
Sobre
este punto, el experto y catedrático del IESE, Guido Stein, destacó que «el virus ha acelerado el proceso de
transformación digital y ha llevado a mucha gente a teletrabajar sin que
antes lo hiciese». Esta nueva situación nos lleva a que haya gestores que no
saben cómo controlar a su equipo y debe ser «cumpliendo objetivos y no
realizando tareas». Stein reconoce que el control
a distancia es más difícil y enojoso, pero «es necesario saber supervisar». Por lo que enfatiza en que «hacen falta jefes con una dosis de patetismo y de
emotividad».
Otra
opinión experta como la de Dolores Ruiz, profesora de Recursos Humanos en EAE
Business School, sostiene que un buen líder en medio de la pandemia, «debe
fomentar que el teletrabajo tenga un horario para que los trabajadores puedan
tener su tiempo para su vida personal y familiar, de lo contrario es peligroso,
es por la salud mental».
Elementos claves para definir al
líder de hoy
En
esa misma línea, Luis Vives, profesor titular del Departamento de Dirección
General y Estrategia en Esade, destaca a la comunicación, organización, valores,
innovación y dirección como los cinco elementos claves a la hora de definir a
un buen líder.
“En
un momento histórico es importante que pueda comunicar de forma transparente, siendo positivo y generando esperanza”
(…) “Tiene que ser realista y marcar la dirección”. Por lo que recomienda que
en esa comunicación debe construir un relato, pero al mismo tiempo «generar empatía con sus trabajadores y
entender sus sentimientos».
El líder expedicionario como reflejo
de la sociedad actual
Aunque
el concepto de liderazgo cambia conforme a la evolución de las capacidades y
los giros empresariales, me detengo en esa versión del líder expedicionario descrito por el experto en el tema y autor de bestsellers
Mark Brown, quien lo define como “un líder que esté dispuesto y sea capaz de
salir de la sabiduría convencional para utilizar un conjunto de valores
fundamentales profundamente arraigados, junto a una comprensión de lo humano, a
fin de navegar en aguas desconocidas y tener un impacto positivo en el mundo “.
Crear cultura de trabajo con
propósito
Según
este concepto, el líder expedicionario necesita transitar por 4 fases para crear
una cultura de trabajo con un propósito:
1. Descubrir tu punto de partida. Esto se refiere a evaluar
las fortalezas de tu equipo, identificar los liderazgos emergentes con los
cuales se inculcará el propósito corporativo, para así poder delegarles los
proyectos más transformadores, y contagiarles esa motivación por dirigir bajo
esos parámetros.
2. Diseñar un enfoque basado en la
misión. En
esta fase, se debe crear una cultura laboral donde el propósito se sitúe en el
centro de la estrategia. Los trabajadores que creen que su trabajo tiene un
propósito tendrán vidas más saludables, y todo ello ayuda y contribuye
decisivamente en su correcto desempeño y la consecución de resultados.
3.
Sumergirse en el crecimiento de tu equipo. Un verdadero líder
expedicionario guía este crecimiento sin juicio y siempre mostrando ánimo y
apoyo. Sumergirte y embarcarte en aspectos que contribuyan al crecimiento
personal y profesional colectivo del equipo te reportará múltiples beneficios.
4. Reflexionar sobre las lecciones
aprendidas. Alienta
a tus empleados, y a ti mismo, a encontrar los momentos de aprendizaje de cada
momento y encuentra la forma de aplicar estas enseñanzas a futuros retos.
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