El cambio climático está causando estragos
en diversos puntos del planeta y Venezuela
no es la excepción. Los científicos pronostican que seremos el primer país
sudamericano que se quedará sin glaciares.
Si bien la
mayor parte del hielo del planeta se encuentra en las regiones polares, también
hay glaciares en algunas montañas del trópico, sobre todo en América Latina.
Las
temperaturas están subiendo más rápido en las partes elevadas de la Tierra que
en los llanos y los científicos manejan la tesis que el glaciar (una capa de hielo en las montañas andinas) podría desaparecer en 20 años.
En ese
contexto, El Instituto de Ciencias
Ambientales y Ecológicas de la Universidad de Los Andes está llevando
adelante un proyecto para monitorizar, estudiar y documentar este fenómeno ambiental que amenaza con
afectar seriamente a los pobladores ya que los glaciares andinos son
fundamentales en el ciclo del agua
en la región.
“Más de 50
millones de personas de América del Sur
reciben agua de Los Andes”, aseveró Francisco Cuesta, ecólogo tropical de la
Universidad de las América de Quito, quien se maravilla del trabajo que hace el
equipo venezolano en condiciones tan adversas.
La región
está a la vanguardia del cambio climático. Los glaciares de Los Andes
tropicales se han estado derritiendo más
rápidamente que los demás glaciares debido a que las latitudes tropicales
reciben el sol y la radiación con más fuerza.
Daniel
Llambí, ecólogo de la Universidad de Los
Andes de Mérida y miembro del equipo investigador explicó que el monitoreo
del glaciar Humboldt de Venezuela requiere visitas continuas. “Aun en las
mejores condiciones, no es fácil llegar desde Mérida hasta la capa de hielo del
Parque Nacional Sierra Nevada de
Venezuela, a casi 5.000 metros (16.500 pies) sobre el mar”.
Llambí
detalló que cuando el grupo de científicos se moviliza para hacer trabajo de
campo en el glaciar hacen parte del trayecto en teleférico y terminan su recorrido
caminando todo un día hasta un campamento que usan como base, levantando sus
carpas bajo la lluvia.
Además, tienen
que escalar la montaña todos los días durante tres horas para llegar al
glaciar, a veces usando cascos y aferrándose a sogas en vista de lo escarpado
del terreno.
Llambí
considera que tiene la responsabilidad de ayudar a informar al público acerca
del impacto del cambio climático en
un país en el que un ciclo caracterizado por altibajos en la exploración de
combustibles fósiles ha dado forma a la vida de casi todos los venezolanos.
Además los
científicos que trabajan en esa institución universitaria se sienten custodios
de la información recogida a lo largo de los años sobre cómo las temperaturas y
la flora están cambiando en la región, incluido el ecosistema andino conocido
como los páramos, una pradera con
matorrales de montaña que se encuentra entre el límite forestal y el fondo del
glaciar.
Nuestra
universidad se encuentra en Mérida, que es llamada desde hace tiempo ˜la ciudad de las nieves eternas”, expresa
Llambí. “Estamos descubriendo que la eternidad no dura para siempre. Tenemos
que habituarnos a un mundo con cambio climático”.
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