Los
empresarios que seguimos de cerca el auge y las tendencias de los nuevos
emprendimientos, en especial, de las startup,
sabemos que por tratarse de proyectos novedosos, experimentales y con pocos
referentes comparativos, suelen ser un sector
difícil de evaluar y plantear patrones de crecimiento y rentabilidad, a los
fines de pronosticar su desarrollo exitoso en el tiempo.
En
concepto, las startups son empresas de
tecnología con un producto escalable, surgen a partir de costos relativamente bajos y que
precisamente por su propuesta novedosa,
crecen de una forma mucho más rápida y
eficiente.
Pero,
¿Es posible vaticinar, con un aceptable
nivel de asertividad, el crecimiento de un emprendimiento innovador?
Una startup para medir startups
Desde
hace algún tiempo viene funcionando un modelo de negocio denominado agencia de rating que se dedica a
valorar económicamente a las startup, con el propósito de proveer datos clave imprescindibles
en la toma de grandes decisiones
gerenciales.
Early Metrics es una de estas agencias. Surgió
en Francia y funciona como una firma independiente que intenta traer “más
transparencia al complejo ecosistema de las startups”.
La
aceptación por los servicios que presta los ha llevado a instalar oficinas en
París, Londres, Tel Aviv y Berlín. Ahora están en España, China y planean
llegar a EE.UU antes de finales de año.
Sus
clientes son, principalmente, grandes
corporaciones interesadas en empresas emergentes. Se trata de empresas del Fortune 500 que tienen un modelo de
innovación abierta o están intentando crearlo. Bien sea porque busquen un
partner, estén pensándose invertir en algún vertical, vayan a montar una
aceleradora o quieran sondear un determinado sector en un país muy concreto.
Enrique de la Riva, Country Manager de esta
compañía en España explica su dinámica: “Optimizamos procesos en varias fases,
partiendo de una fase de descubrimiento en la que detectamos tendencias y
tecnologías que van a implantar en su negocio a través de mapas de ecosistema.
También hacemos búsquedas cualificadas o dirigidas para ver cuáles tienen más
potencial, entre otros. En este último caso, el reto de la agencia de rating es
localizar a aquellas startups más
prometedoras en un campo determinado.
Para
ello, disponen de una base de datos de 20.000 startups de todo el mundo y ya
han hecho el rating de unas 3.000.
“No
tenemos ningún tipo de acuerdo comercial ni de co-inversión con la startup. Somos independientes a la hora de calificar
y detectar startups relevantes para la compañía o el inversor”, advierte el
ejecutivo.
El
proceso de rating consiste normalmente en mantener reuniones con los
co-fundadores o socios y posteriormente, realizar un análisis exhaustivo en
base a una metodología científica. El
objetivo final es determinar el potencial de crecimiento (y de supervivencia).
Su metodología se basa en tres pilares: el
equipo de fundadores, el proyecto y la tecnología y por último, el mercado. En
total, analizan medio centenar de factores diferentes. En el caso de los
co-founders, valoran cosas como la experiencia, su compatibilidad, sus
incentivos financieros, entre otros.
Para
realizar un seguimiento adecuado y
tener sus datos actualizados, Early
Metrics pide a las startups información de sus KPIs cada seis meses. “En los últimos 24 meses el 89% de las
startups que tiene un rating en el top del 20% ha crecido o crecido
significativamente”, afirma de la Riva. Las empresas emergentes son evaluadas
con un valor absoluto del 0 al 100 y también son calificadas para cada factor.
El rating se va ajustando cada medio año.
Normalmente
todo el proceso se hace en forma orgánica: Se reúnen con los co-fundadores y
con los datos obtenidos, realizan todo el procedimiento
de análisis.
Sin
embargo, la firma ha desarrollado una herramienta que permite hacer una
calificación rápida en casos en los que se convocan concursos, certámenes o
summits a los cuales se presentan numerosas startups y que requieren de un
filtrado en poco tiempo.
“Aplicamos
la tecnología automáticamente a través
de unos algoritmos, los cuales permiten ‘rankear’ el potencial de
crecimiento de cada startup que completa el formulario de solicitud”, aclara de
la Riva.
El
producto final para los clientes que lo solicitan consiste en un informe
exhaustivo con datos financieros y
económicos de peso de las startups.
Se contempla el porcentaje de
participación que tiene cada socio y otros aspectos como, si los socios dominan
los skills técnicos, sus business networks, salarios, su propuesta de valor,
precios, ingresos, etapa de madurez, el mercado total, puntuación respecto a
otros rivales en su misma fase, barreras de entrada, poder de negociación de
clientes y partners y hasta las posibles barreras o riesgos que puede tener la
empresa en el futuro.
A
las startups, como objetos de estudio no se les cobra nada. Se les proporciona
media hora de feedback sobre los datos que se han recibido y se las incluye en
la base de datos, por si en el futuro otras organizaciones están interesadas.
Igualmente, se les proporciona un
certificado con datos económicos básicos que podrán usar en sus pitches o
subir a su página web.
Las
agencias de rating para valorar el potencial de las startups constituyen una opción útil y necesaria para
incursionar con buen pie en ese mundo que, aunque ciertamente está signado por
el talento emergente, la innovación y el poder de romper esquemas para
evolucionar, también es cierto que carece de referentes seguros, estables y
confiables que ayuden a medir su
crecimiento y por ende, pronosticar su futuro.
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