En el llano venezolano existen diversas costumbres que han
marcado nuestra cultura y nos identifican, los cantos de trabajo son un acto
que merece exaltación.
Bien temprano en la mañana, el ordeñador se levanta para
hacer las labores diarias del campo, entre ellas atender las vacas y cantarles
suaves melodías, sobre las vivencias y la cotidianidad.
Para el ordeñador los cantos son necesarios, señalan que más
que un canto, es una manera de relajar a las vacas, para obtener una mejor producción lechera.
También señalan que es la manera de comunicarse con el
animal; no es solo un canto para el ordeño, también se emplea para el arreo de
las reses.
Los cantos de trabajo del llano venezolano y colombiano,
fueron declarados como un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco,
en el año 2017.
Mantener estas costumbres vivas entre la creencia popular y
hacerlos parte de la cotidianidad, es una tarea que tenemos todos.
No cabe duda de que escuchar el canto del ordeñador por la
mañana, es una excelente forma de iniciar un buen día en el campo.
La universalidad en los cantos de trabajo
El llanero no sólo canta para realizar trabajos de ordeño y
arreo; también lo hace en cierta medida para no sentirse solo y por lo tanto se
ha extendido a labores como la labranza, la molienda del maíz, la cosecha y el
descanso.
La inmensidad del llano logra activar otras maneras de
comunicarse y de preservar costumbres que han estado enraizadas a la
venezolanidad desde la época de la colonia.
El llano tiene muchas cosas que podrían sorprendernos, que a
veces desconocemos y que en cierta forma, es bueno conocerlas, para reconocer
lo valioso de nuestra cultura nacional.
Compartiré un pequeño documental, que he tenido oportunidad
de ver y que me gustaría que ustedes también lo vieran, sobre toda la cultura
de los cantos de trabajo en el llano venezolano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario