Por Omar Farías Luces
Todo líder debe saber cuándo
y cómo delegar, esto es clave para que fluya cada área de una empresa. Sin embargo, muchas veces se
nos dificulta un poco por el hecho de mantener el control de todas las operaciones.
Esta es una práctica que no ayuda ni a la organización, ni a ti como líder, ya que humanamente no es posible estar a tono con todo. El hecho de estar pendiente de cada departamento genera una gran carga laboral, que a su vez, origina un desgaste físico y mental que, más temprano que tarde, impedirá la toma adecuada de decisiones.
En este caso, lo ideal es contar con el personal adecuado, que además de conocimientos, debe ser responsable y sobre todo confiable, para poder designarle tareas importantes. De esta manera, solo tendrás que reunirte con el gerente de cada área para supervisar los resultados que te presenten.
La contabilidad, finanzas y el papeleo fiscal son labores de que deben delegarse a profesionales, para garantizar la evolución de la compañía. Es decir, existen compañías dedicadas a prestar estos servicios a otras empresas, por lo que puedes contratarlas para que trabajen de manera externa, puntualmente.
Asimismo, también se pueden delegar tareas menores a otras personas para no sobre cargar a quienes ostentan los cargos altos. Para esto, es necesario realizar un organigrama tanto de las actividades, como de los colaboradores para poder asignar responsabilidades.
Sabiendo todo esto, ponte en marcha para organizar tu empresa y comenzar a delegar las responsabilidades, y así logres el equilibrio entre tu vida personal y profesional.
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