Al adoptar prácticas respetuosas con el medio ambiente no solo se reduce el impacto ecológico sino que también se fortalece la empresa y mejora la relación con los clientes.
De acuerdo con el Pacto Mundial, una empresa que no sea sostenible no podrá sobrevivir.
El actual panorama mundial nos implora un cambio de 360º para alinear las líneas de negocio convencionales a un nuevo futuro caracterizado por el beneficio social, medioambiental y económico.
Además, el tsunami de normativas en materia de sostenibilidad exige cada vez más un mundo empresarial con impacto positivo en la vida del planeta, las personas y la economía.
Sumado a esto representa una oportunidad de negocio que aporta beneficios a las empresas: reteniendo y atrayendo los mejores colaboradores, sobre la cuenta de resultados, en el ahorro de costos y muchas más, como la posibilidad de acceder a nuevos mercados, incorporar consumidores con valores o hacer negocios con otras empresas.
El fomento de la responsabilidad en el ámbito laboral ayudará a que muchas mujeres rompan con el techo de cristal y superen las expectativas sociales y la cultura de los cuidados.
El cambio climático es uno de los problemas más importantes del mundo y por este motivo, luchar contra estos factores, el calentamiento global con economía circular, transparencia, gestión del agua y sensibilización son algunas de las medidas que pueden ir adoptando las compañías con el paso de los años.